Este año ha sido intenso y han pasado muchas cosas buenas, pero literalmente estos últimos días del año no me he podido ni el culo.
He despertado agotada, en la noche cuando quiero escribir un par de lineas en mis blogs, he tenido que dejar de lado las letras para vestir el pijama y saltar a la cama como saco de papa, veo un rato la nueva teleserie del 13 El Sultan, así es, el famoso Sultan, la teleserie más cursi que he visto en mis últimos años de vida, y eso que veo doramas, para que vean...
En fin, no hay que pensar tanto para ver dicha teleserie así que pronto caigo dormida y no se más del mundo exterior, seguro me duermo en una de las escenas donde alguna de las chicas del harén se siente muy celosa de otra e intenta matarla, envenenarla o mechonearla, la verdad hay como harto golpe, mucha cursilería, envidia, ansias de poder y la verdad casi nada de amor en la famosa serie, pero así está la tele chilena estos días a esa hora de la noche.
Volviendo al cansancio, ese que con suerte te da para quedarte sentada como zombi en la cama, viendo tus pies hasta que estos se ven nítidamente y no borrosos por la mañana, luego vas a la ducha y haces todo mil veces más lento que de costumbre, como zombi, te tragas el desayuno, como zombi y probablemente se te olvide algo al salir, al igual que los zombis, donde solo te acuerdas cuadra y media camino al metro, y la verdad “NO te importa ya nada”, porque eres un zombi y porque es el último día del año.
Ese cansancio que hasta tu perra siente porque vomito 5 veces la noche anterior y aquí mamá tuvo que preocuparse tratando de averiguar qué le dolía a la nena, atenta durmiendo con uno ojo abierto y otro cerrado para que al otro día despertara como tuna dando saltitos de felicidad, igual que siempre, y darte cuenta que probablemente lo de anoche no fue más que un simple y pequeño gas, de cualquier manera Mila también parecía cansada, ese cansancio que hasta ella siente de vomitar más que perro con bulimia, precisamente ESE, ese cansancio de fin de año.
Ok, creo que les quedó claro que estoy cansada, pero ahora si me preguntan sobre el año nuevo, la verdad es que estoy tan cansada que mi único propósito de año nuevo y mi meta esta noche y mañana, es precisamente no hacer nada, descansar. De alguna forma pienso que si comienzo el año así, que para muchos puede sonar y ser la FOMEDAD misma, para mi es super valido, de esta forma puedo comenzar con más energías mi 2015 y recibir con alegría lo que me espera.
Este año no quiero establecer propósitos, este año me quiero sorprender, creo que eso podría ser un propósito después de todo, entonces ese sería el único que haré esta noche...
..."me voy a dejar sorprender por la vida y la gente"...
Que pase lo que la vida me entregue, recibir de vuelta la recompensa por el trabajo realizado y el momento invertido, pero sin metas concretas o específicas.
La verdad es que tengo super claro que me sobra bastante grasa abdominal y no me propondré comer menos o hacer más ejercicio, si lo hago bien y si no lo hago bien también, tengo claro que posiblemente tenga que pagar deudas este año, así que si me endeudo bien y si no, mejor aun, tengo claro que posiblemente pueden pasar muchas cosas buenas que recibiría con todo el brillo de mi ser, así como cosas malas o terrible que tendré que aceptar, procesar, entender y luego mejorar, tener feedback para luego aprender y ser mejor, porque nada es casual y siempre hay algo que se puede sacar o aprender de lo malo y lo terrible.
Quiero estar tranquila, quiero liberarme de las culpa que pude o pueda algún día sentir, pues soy una persona buena y merezco estar tranquila, en paz, cómoda y disfrutar de cada momento que sea posible disfrutar, sin angustias, sin caldos de cabeza o estrés, quiero un 2015 sin peros, y eso lo que deseo también para todos.
Hoy recordaré lo bueno del 2015 mientras mi amor me cocina algo sencillo a la luz de esta próxima nochevieja, abrazando a Mila y brindando por un año tranquilo y prometedor, deseandole a la gente que quiero y amo lo mismo.
¡Feliz 2015!
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